La leyenda de la piedra

La piedra filosofal (o lapis philosophorum en latín) es una sustancia mítica, utilizada en el antiguo campo de Alquimia. Según la leyenda, tiene el poder de transformar los metales comunes en oro, curar todas las enfermedades y otorgar la inmortalidad al usuario. Las primeras menciones de las que se tiene constancia se remontan al año 300 d.C. en la antigua Grecia, y también se menciona en versos bíblicos. Su equivalente existe en el budismo y el hinduismo, conocido como CintamaniUna joya que cumple con los deseos. 

La imagen convencional del alquimista que busca la piedra filosofal es la de un anciano encorvado sobre calderos humeantes y burbujeantes. Mira los tubos de ensayo y funde los metales en un intento de alcanzar la riqueza. Sin embargo, en su base, la alquimia es en realidad el estudio de la filosofía de la naturaleza. 

El oro de la mente

Sin embargo, una corriente de pensamiento sugiere que el "oro" que crea la Piedra Filosofal es, de hecho, metafórico. Más que una transformación literal de metales comunes en preciosos, algunos consideran que la búsqueda de la perfección de la naturaleza por parte del alquimista es la búsqueda de la propia iluminación, el oro de la mente. Esta interpretación filosófica trasciende el ámbito material y se adentra en el de la conciencia. Además, la noción de "inmortalidad" que otorga la piedra adquiere un significado más abstracto. Puede verse como la liberación de los grilletes del ego, fomentando una profunda conexión con el yo espiritual.

El alimento de los dioses

El contexto histórico del consumo de oro en el antiguo Egipto añade una capa intrigante a esta interpretación. Desde el segundo milenio a.C., los egipcios consumían oro no como un manjar material, sino como un alimento sagrado con fines votivos. La piel dorada representada en sus frescos simbolizaba lo divino, y el acto de comer oro era un medio de acercarse a sus dioses. Esta práctica reflejaba la creencia mantenida en las civilizaciones del Lejano Oriente, según relata Marco Polo en "Il Milione". También aquí el consumo de oro se consideraba un acto ritual, una ofrenda para atraer el favor de la divinidad.

Este vínculo histórico entre el consumo de oro y la conexión espiritual implica que el afán alquímico, incluida la búsqueda de la metafórica piedra filosofal, puede tener sus raíces en prácticas antiguas encaminadas a elevar la conciencia y alcanzar estados superiores del ser. La búsqueda de la iluminación por parte del alquimista, al igual que la de los antiguos egipcios y las civilizaciones del Lejano Oriente, podría extenderse más allá del laboratorio y adentrarse en los dominios de la exploración espiritual.

Helena Blavatsky "La Doctrina Secreta" es citado como diciendo;

(El usuario de la piedra filosofal) "se encuentra a la vez ligado a su cuerpo exterior y alejado de él en su forma espiritual. Esta última, liberada de la primera, se eleva por el momento en las regiones etéreas superiores, convirtiéndose virtualmente "como uno de los dioses".

¿Le resulta familiar?

Para muchos, elevarse libre de los reinos de la conciencia cotidiana y sentirse "uno con los dioses" trae una cosa a la mente, un viaje psicodélico. El uso de psicodélicos para expandir la mente o con fines ceremoniales ha sido una práctica humana durante milenios. Es muy posible que los alquimistas medievales utilizaran psicodélicos con los mismos objetivos. Es probable que la simbología de la piedra filosofal se haya entrelazado con las trufas mágicas, las setas y posiblemente otros psicodélicos, como el peyote. Sobre todo si se tiene en cuenta lo reservadas que tenían que ser las prácticas de los distintos grupos, que a menudo se enfrentaban a la persecución y la muerte por participar en estas tradiciones. El uso de códigos como el "oro de la mente" y la "piedra filosofal" podría haber sido una forma de mantener a salvo a los primeros alquimistas y poder transmitir sus investigaciones a las siguientes generaciones.

El poder de curar

Además, como están demostrando las nuevas investigaciones, el ingrediente activo de las trufas mágicas, la psilocibina hace tienen la capacidad de curarse. Trastornos como depresión, OCD y TEPT se ha demostrado que mejoran considerablemente con el tratamiento de psilocibina, así como el dolor crónico de muchos tipos, que era y sigue siendo extremadamente frecuente, y que puede haberle valido la reputación de "cura de todas las enfermedades".

"Ni de piedra, ni de hueso, ni de metal"

También se dice que la Piedra Filosofal es "no de piedra, no de hueso, no de metal". Esto, por supuesto, deja fuera a las plantas y, en ese grupo, a los hongos. Se desconoce el origen de este axioma, un ejemplo de cómo estas tradiciones suelen transmitirse de boca en boca. Insinuaciones sutiles como ésta, que han pasado a formar parte de la historia de la alquimia, nos incitan a profundizar en los significados de las distintas leyendas, como la de la piedra filosofal. Quizá descubramos que se trata de algo más sencillo de lo esperado.