El nacimiento del LSD

El LSD (dietilamida de ácido lisérgico-25) fue sintetizado por primera vez por el químico Albert Hofmann en 1938. Nacido en Suiza en 1906, Hofmann creció explorando la pintoresca campiña de Baden, donde desarrolló por primera vez su el amor por la naturaleza. Al graduarse en la Universidad de Zúrich, Hofmann fue contratado por un laboratorio de Basilea, que le encargó la creación de un compuesto que ayudara a las personas con problemas respiratorios y circulatorios. En su 25º intento, nació el LSD. Cuando se administró a los animales de laboratorio, no produjo ningún resultado notable, salvo signos de excitación y regocijo. Esto no se consideró suficiente para justificar la continuación de la exploración de la sustancia, por lo que el LSD-25 fue archivado por el momento. 

El viaje comienza...

5 años después, el compuesto seguía en la mente de Hofmann. Así que en 1943 decidió sintetizarlo de nuevo para su propia investigación. Durante el proceso, Hofmann ingirió accidentalmente parte de la sustancia (¡recuerden lavarse las manos niños!)y comenzó a sentirse extraño. Esto le intrigó, así que tres días después, a las 16:20 del 19 de abril de 1943, Hofmann realizó el primer viaje deliberado con ácido. Tomando lo que él consideraba una pequeña dosis, de 250 microgramos, Hofmann pronto sintió los efectos. Más tarde descubrió que 20 microgramos es en realidad la cantidad umbral, por lo que Hofmann tomó nota de su experiencia, registrando cómo el LSD empezaba a hacer efecto:

"Comienzo de mareos, sensación de ansiedad, distorsiones visuales, síntomas de parálisis, ganas de reír". 

Ahora, preocupado, Hofmann decidió que debía volver a casa. Debido a las restricciones de los tiempos de guerra, no se permitían los coches, sólo las bicicletas. El ayudante de laboratorio de Hofmann se ofreció a acompañar al químico, que estaba muy cansado, en su regreso a casa. A pesar de que el viaje fue rápido y, en apariencia, sin incidentes, para Hofmann fue todo lo contrario. 

"Imágenes caleidoscópicas y fantásticas surgieron en mí, alternando, abigarradas, abriéndose y cerrándose en círculos y espirales, explotando en fuentes de colores, reorganizándose e hibridándose en un flujo constante"

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Al volver a casa, la intensidad aumentó: Hofmann apenas podía mantenerse en pie, veía a su vecina como una bruja malvada, los muebles se retorcían y le amenazaban. Temiendo morir, llamó a un médico. El médico, sin embargo, no pudo encontrar nada físicamente malo o inusual, excepto las pupilas extremadamente dilatadas de Hofmann. Al saber que no estaba en peligro, Hofmann comenzó a disfrutar de las sensaciones que ahora comprendía que no eran una amenaza. 

Al día siguiente, tras bajar, Hofmann quedó impresionado por la belleza del mundo, declarando:

"Todo brillaba y resplandecía con una luz fresca. El mundo estaba como recién creado".

Cómo empezó el Día de la Bicicleta

Así que ya conoces el infame viaje del primer consumidor de LSD. Pero no fue hasta 1985 cuando el Día de la Bicicleta se convirtió en la celebración anual que es hoy. El profesor Thomas B. Roberts, de la Universidad del Norte de Illinois, decidió por primera vez que quería celebrar el 16 de abril como día festivo (el día en que Hofmann ingirió accidentalmente el LSD por primera vez), pero ese año cayó en día laborable. Presumiblemente, para que la fiesta pudiera continuar más tarde, Roberts se decantó por el día del primer viaje "oficial" de Hofmann, que por suerte cayó en fin de semana: el día 19. Por supuesto, ese día se celebraba el salvaje viaje de Hofmann a casa, así que nació el Día de la Bicicleta. A través del boca a boca, y más tarde a través de Internet, la idea cobró velocidad, y ahora se celebra a una escala mucho mayor.

Hoy en día, no es necesario ser un aventurero psicodélico para participar en las festividades del Día de la Bicicleta. La mayoría de la gente no toma LSD en el Día de la Bicicleta, sino que aprovecha la jornada para recordar una sustancia que cambió la cara de la cultura popular y alternativa, al tiempo que abrió puertas en el campo médico y científico. Escuchar música psicodélica, viendo una película triposas y simplemente dar un paseo en bicicleta son formas de celebrar el día. Con el renovado interés y los prometedores resultados en el campo de la investigación psicodélica, es seguro que las celebraciones crecerán año tras año.  

¡Feliz Día de la Bicicleta!