¡Oh, no, clase de Física!

Explorar el reino de los fotones y otras partículas puede evocar recuerdos de un pasado desinteresado. O incluso ansiedad de las temidas clases de física. Pero no tema, porque la física cuántica se aparta de las normas de la física clásica. En el nivel microscópico, donde se desarrollan los fenómenos cuánticos, hay lugar para la filosofía. Y las interpretaciones de los experimentos realizados en este ámbito son diversas. No hace falta ser un científico de la NASA para adentrarse en la física cuántica.

De hecho, comprender este intrincado mundo puede resultar fascinante para cualquiera. Como pronto descubriremos, se alinea notablemente con la exploración de la psicodelia. Por no hablar de la búsqueda para desentrañar el tejido de la realidad. Tanto si sientes curiosidad por la física cuántica como por el reino psicodélico, ¡este artículo es para ti!

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Conceptos básicos

Para dar un ejemplo de cómo la física cuántica va más allá de la ciencia tradicional hacia una filosofía más misteriosa (e incluso psicodélico) podemos explorar algunos de los experimentos que muestran la extraña e inesperada naturaleza de las partículas a este nivel microscópico. Uno de los experimentos fundamentales que muestran este extraño comportamiento es el experimento de la doble rendija.

Imagina que tienes una pared con dos rendijas y disparas partículas, digamos electrones, hacia ella. Clásicamente, cabría esperar ver dos líneas de electrones en la pantalla detrás de la pared, reflejando las dos rendijas. La física clásica dicta que los electrones son partículas de materia, y deberían actuar como partículas. Sin embargo, lo que se observa es un patrón de interferencia. Se trata de un patrón de rayas de intensidad decreciente desde el centro hacia el exterior. Muy parecido a lo que cabría esperar de las ondas sonoras. Este peculiar resultado sugiere que las partículas, a nivel cuántico, se comportan no sólo como partículas, sino también como ondas.

Lo más asombroso es que, cuando se controla el experimento para ver por qué rendija pasan las partículas, ¡el patrón vuelve a convertirse en dos líneas! Lo que sugiere que, de algún modo, el atención consciente afectaba directamente al comportamiento de las partículas. Como si supieran que estaban siendo observadas. El revolucionario experimento ha sido aclamado como una de las demostraciones más fundamentales de cómo la conciencia interactúa con la materia. Es el experimento insignia de la física cuántica.

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Una mirada más profunda

Ahora que ya hemos cubierto los aspectos básicos, entramos en el terreno de conceptos como dualidad onda-partícula. En física cuántica, las partículas pueden presentar características tanto de partículas como de ondas. No es que unas veces actúen como partículas y otras como ondas. Más bien, existen en un extraño estado de ambas, hasta que se observe. Esto puede parecer desconcertante, y con razón. Desafía nuestra concepción clásica, según la cual los objetos suelen ser ondas o partículas, pero no ambas cosas a la vez.

La extrañeza no acaba aquí. Entra el Principio de incertidumbre de Heisenbergque debe su nombre a Werner Heisenberg. Este principio establece que hay un límite a la precisión con la que podemos conocer simultáneamente ciertos pares de propiedades físicas de una partícula. Propiedades como su posición y su momento. Esto implica que, a nivel cuántico, nunca podemos tener un conocimiento completo de las propiedades de una partícula, lo que introduce un nivel de imprevisibilidad en el propio tejido de la realidad.

En este reino cuántico, las partículas pueden existir en múltiples estados simultáneamente, un fenómeno conocido como superposición. Esto pone en tela de juicio nuestra concepción clásica de los objetos con propiedades bien definidas en todo momento.

Consideremos enredoEl fenómeno por el que dos o más partículas se enlazan de tal manera que el estado de una de ellas depende del estado de la otra, independientemente de la distancia que las separe. Por ejemplo, una forma de crear fotones entrelazados es proyectar un láser sobre un tipo concreto de cristal. El cristal dividirá algunos de los fotones en dos, dejando dos fotones cuya energía y momento combinados coinciden con los del fotón original. Los dos fotones están unidos aunque viajen a gran distancia. Esta conexión aparentemente imposible entre partículas se ha probado muchas veces, verificado por experimentos científicos y sigue siendo uno de los aspectos más intrigantes de la física cuántica.

¿Qué significa todo esto?

Al embarcarnos en esta exploración de los misterios cuánticos, tenga en cuenta que el mundo a nivel cuántico no es lo que parece en nuestra experiencia cotidiana. Es un lugar donde la materia se comporta como partículas y como ondas, donde reina la incertidumbre y donde la propia observación influye en el comportamiento de estas diminutas entidades. Esta es la base para comprender las profundas conexiones que exploraremos entre la física cuántica y las experiencias psicodélicas, donde los límites de nuestra percepción se amplían hasta límites nuevos y alucinantes. Quizás a través de una visión más profunda de nosotros mismos, la mente y la conciencia, podamos empezar a descifrar el significado de estos extraños comportamientos subatómicos.

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¿Es el mundo fractal?

El reino de la física cuántica esconde un mundo de patrones fractales, interacciones electromagnéticas y resonancias vibratorias que dan forma a nuestra realidad. La superposición de patrones fractales en el campo visual durante los viajes psicodélicos puede ser un signo de mayor sensibilidad a la intrincada danza de átomos, ondas y partículas del mundo cuántico. Estos patrones, aparentemente fuera del alcance de la conciencia, podrían ofrecer vislumbres de las estructuras subyacentes que gobiernan el universo, vinculando el microcosmos de la física cuántica con el macrocosmos de la exploración consciente.

Además, el entrelazamiento observado en los sistemas cuánticos, en los que las partículas se influyen mutuamente de forma instantánea independientemente de la distancia, resuena con la interconexión de la que a menudo hablan los individuos durante las experiencias psicodélicas. La disolución de los límites entre el yo y el entorno, un tema común en los viajes psicodélicos, puede reflejar una mayor sensibilidad a la naturaleza entrelazada de la realidad a nivel cuántico. Ya sea sentir que tu mente es tan grande como el universo o ser capaz de comprender la estructura de algo tan diminuto como el ADN, como Crick hizo famoso en LSDLa idea de ampliar la conciencia y la sensibilidad a cosas que van más allá de la percepción consciente normal es una característica común de la experiencia psicodélica.

"Durante doce horas entré y salí de las dimensiones del espacio y del tiempo. Lo incomprensible se hizo comprensible. Realidades dentro de realidades florecieron y se desvanecieron. De lo infinitamente grande a lo infinitamente pequeño, la mente sin límites ni trabas atravesó paisajes de increíble profundidad y belleza... el tiempo cesó, no había pasado ni futuro".

-Un relato anónimo de un viaje con setas de psilocibina dejado en el sitio web NewScientist-.

Pruebas que apoyan la conexión

El mundo aparentemente distante de la investigación psicodélica y la física cuántica puede estar más estrechamente vinculado de lo que parece. Al igual que partículas enredadasLa conexión entre estos dos mundos va más allá de nuestros modelos actuales de comprensión. Nos obliga a reevaluar nuestras definiciones y hechos. La alteración de la percepción del tiempo y el espacio bajo la influencia de los psicodélicos y el potencial de "procesamiento cuántico" en el cerebro contribuyen a este vínculo único.

Consideremos el papel de la percepción en esta conexión. La experiencia psicodélica suele implicar un profundo cambio en la percepción, revelando patrones y capas ocultas de la realidad. Del mismo modo, el efecto observador de la física cuántica sugiere que el acto de observación puede influir en el comportamiento de las partículas. ¿Podría la mayor sensibilidad perceptiva inducida por los psicodélicos ofrecer un punto de vista único para observar el tejido cuántico subyacente de la realidad? Explorar esta asociación podría conducir a una comprensión más equilibrada de nuestro mundo y de nosotros mismos.

Procesamiento cuántico en el cerebro

Estudios recientes sugieren que el cerebro procesa la información utilizando la mecánica cuántica, apoyándose en las similitudes entre partículas subatómicas y neuronas. Los psicodélicos promueven una mayor conectividad y sincronización entre las regiones cerebrales, lo que indica una conexión con el procesamiento cuántico. Es posible que a través de enredoo dualidad onda-partículanuestros cerebros pueden procesar información más rápido de lo que sería posible sin esos fenómenos cuánticos. Nuestros cerebros son los procesadores más potentes de la Tierra, por lo que tendría sentido que utilizaran procesos cuánticos, y también explicaría muchas cosas.

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Navegar por otros mundos

La superposición cuántica, un concepto fundamental de la mecánica cuántica, desafía las intuiciones clásicas al permitir que las partículas existan en múltiples estados simultáneamente hasta que son observadas. Introducido por Erwin Schrödingery su famoso cat, el concepto surgió de la dualidad onda-partícula de las partículas, ilustrando que presentan características tanto de partícula como de onda. Descrita mediante una función de onda, una fórmula matemática diseñada para dar sentido a esta extraña física de partículas, una partícula en superposición representa una combinación de estados posibles. Al observarla, la superposición colapsa en un solo estado, determinado por las probabilidades.

Este principio es vital en la computación cuántica, donde qubitsla versión cuántica de los "bits" de información de los ordenadores, pueden existir en superposiciones de 0 y 1 simultáneamente. Aunque la superposición plantea problemas de interpretación, porque no sabemos exactamente cómo interpretar los resultados de estas pruebas cuánticas, sigue siendo parte integrante de las tecnologías cuánticas emergentes y ofrece una visión única de la intrincada naturaleza de las partículas a nivel cuántico.

Las experiencias psicodélicas suelen llevar a las personas a reinos en los que el tiempo, el espacio y las dimensiones sufren profundos cambios. distorsiones. Los viajeros perciben una realidad que trasciende lo ordinario y que a menudo se manifiesta como una experiencia multidimensional o encuentros con entidades que parecen ir más allá de las limitaciones de la física estándar. Dentro de estos estados alterados inducidos por los psicodélicos, emerge una lente distintiva, que proporciona una oportunidad poco frecuente para comprender ideas como la superposición de partículas, la superposición cuántica y el entrelazamiento.

En estados normales, a nuestras mentes les cuesta desprenderse de los conceptos de la física clásica, pero durante la experiencia psicodélica, puedes suspender más fácilmente tu incredulidad, para ver una nueva perspectiva o forma de entender el mundo.

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Allanar el camino para seguir explorando

Nuestro panorama intelectual actual está marcado por un delicado equilibrio entre los logros de nuestra comprensión y el posible obstáculo que tales logros pueden suponer para la exploración de ideas novedosas. En el ámbito de la materia y la física, no cabe duda de que hemos realizado progresos sustanciales, desentrañando los entresijos del universo en una medida considerable. Sin embargo, es esencial reconocer las limitaciones de nuestro conocimiento, sobre todo cuando nos enfrentamos a la vasta extensión de territorios inexplorados que permanecen sin explicación.

En nuestra búsqueda del conocimiento, es fácil caer en la autocomplacencia y asumir que nuestra comprensión actual representa el pináculo de la comprensión. Sin embargo, las fronteras de la física cuántica y los enigmáticos paisajes revelados por las experiencias psicodélicas sugieren que quizá debamos renunciar a algunas de nuestras nociones preconcebidas. El propio marco a través del cual percibimos la materia, la masa y la conciencia puede necesitar una reevaluación para comprender plenamente las lecciones que estos reinos no convencionales tienen que ofrecer.

Un futuro brillante

La física cuántica y la psicodelia, con su extrañeza inherente y su desafío a la intuición clásica, desafían los fundamentos mismos de nuestros puntos de vista convencionales. La dualidad onda-partícula, la superposición y el entrelazamiento a nivel cuántico cuestionan las certezas newtonianas que durante tanto tiempo han constituido la base de nuestra comprensión del mundo físico. Para abrazar plenamente los conocimientos que pueden aportar la física cuántica y la psicodelia, quizá tengamos que abandonar la comodidad de los conceptos familiares y abrirnos a la posibilidad de que la realidad sea mucho más compleja e interconectada de lo que creíamos.

Esta voluntad de reconsiderar y adaptar nuestra comprensión no es una admisión de fracaso, sino un testimonio de la naturaleza dinámica de la investigación científica. Al reconocer las lagunas de nuestro conocimiento y las posibles limitaciones de nuestros paradigmas actuales, creamos espacio para la aparición de nuevas ideas y una comprensión más profunda de los misterios del universo. La integración de los principios cuánticos y las profundas experiencias inducidas por los psicodélicos podría ser el catalizador de un cambio de paradigma, invitándonos a explorar lo desconocido con nuevas perspectivas y una humildad que reconozca la inmensidad de lo que aún queda por descubrir.