Los ratones y las ratas suelen ser los animales preferidos para la investigación científica. Con 97,5% del mismo ADN que nosotros, los humanos, además de la capacidad de multiplicarse a gran velocidad, tiene sentido. Sin embargo, en un nuevo experimento bastante alejado de la realidad, los científicos han optado por no hacer pruebas con roedores, sino con nuestros amigos acuáticos: sí, ¡han estado administrando psilocibina a peces!
Y, aunque suene estrafalario, en realidad se trata de una investigación psicodélica de primera categoría, publicada en Naturaleza el mes pasado. En estudiar tenía como objetivo investigar los efectos estimulantes y ansiolíticos (aliviar el estrés) de la psilocibina analizando sus efectos sobre el patrón de natación del pez cebra. Y, ¿por qué peces cebra?
¿Por qué dar psilocibina al pez cebra?
Recientemente, estos pececillos, llamados así por sus estridentes rayas, se han convertido en el centro de atención del mundo de la investigación. Probablemente los haya visto en su tienda de animales, pero comparten 84% de genes relacionados con enfermedades humanas y se reproducen incluso más rápido que los ratones. También son criaturas muy sociables. (al menos en comparación con otros peces) lo que significa que los investigadores pueden inferir resultados similares sobre el comportamiento humano. Y por si fuera poco, son semitransparentes, lo que significa que los investigadores pueden ver literalmente lo que ocurre en sus cuerpos. También es muy práctico que para administrar una sustancia a un pez sólo haya que echarla en su tanque de agua. Entonces, ¿estaban estos peces nadando en lo que los psiconautas entre nosotros llamarían té de hongos? Bueno, más o menos.
Los investigadores utilizaron el seguimiento automático para analizar cómo afecta la psilocibina a los patrones de natación del pez cebra. Escriben;
"Aquí, desarrollamos un sistema de seguimiento conductual de campo amplio para larvas de pez cebra e investigamos los efectos de la psilocibina, un agonista psicodélico de los receptores de serotonina..."
“Los análisis de aprendizaje automático de la cinemática corporal precisa identificaron estados de comportamiento latentes que reflejaban la exploración espontánea, la natación rápida impulsada visualmente y los patrones de natación irregulares tras la exposición al estrés."
Los peces fueron estimulados o calmados
Los investigadores describieron dos patrones distintos en el modo en que la psilocibina afectaba a los peces del estudio. Éstos podrían clasificarse en "estimulantes". (significa "excitar") o "ansiolítico", que es la palabra utilizada para describir los ansiolíticos. Así, los peces se excitaban o se calmaban. Los investigadores también pudieron señalar similitudes entre estos resultados e investigaciones anteriores sobre cómo afecta la ketamina tanto al pez cebra como a los humanos.
"Utilizando este método, descubrimos que el tratamiento agudo con psilocibina tiene dos efectos conductuales: la facilitación de la exploración espontánea ("estimulante") y la prevención de patrones de nado irregulares tras la exposición al estrés ("ansiolítico"). Estos efectos diferían del efecto del tratamiento agudo con ISRS y eran bastante similares al efecto del tratamiento con ketamina". dice el estudio.
¿Cómo se manifiestan estos efectos "estimulantes" o "ansiolíticos"?
Pues bien, el resultado "estimulante" fue evidente, ya que los peces empezaron a explorar más una zona de la pecera que cuando estaban "sobrios".
"Los peces cebra nadaban normalmente cerca de la pared en la arena pequeña debido a su preferencia innata llamada thigmotaxis. [En nuestra arena grande, por el contrario, exploraron ampliamente y nadaron distancias más largas".
Y, con respecto a los efectos ansiolíticos de la psilocibina en el pez cebra, los investigadores lo midieron dosificando a los peces y luego, básicamente, tratando de estresarlos. Cambiando rápidamente la temperatura y los niveles de pH del tanque, perturbándolos físicamente o manteniéndolos aislados. Normalmente, esto provocará que el pez cebra nade en un patrón de "zig-zag" estresado. Sin embargo, tras la dosis de psilocibina los peces no respondieron de esta forma. Esto implica que la psilocibina fue capaz de contrarrestar su respuesta al estrés, manteniéndolos en calma.
"Pretratamos a los peces con psilocibina con la concentración más eficaz para potenciar la exploración espontánea, los expusimos a factores estresantes durante cinco minutos, los recuperamos a una temperatura normal y comprobamos su exploración espontánea y su respuesta optomotora..."
"Es importante destacar que el pretratamiento con psilocibina previno los cambios inducidos por el estrés en los patrones de natación. Los peces pretratados con psilocibina mostraron patrones de natación rectos incluso después de la exposición al estrés."
Este resultado es especialmente emocionante, ya que apunta a que la psilocibina es un tratamiento eficaz para contrarrestar el estrés, la ansiedad y los traumas, apoyando investigaciones e hipótesis anteriores.
No es el primer estudio sobre peces psicodélicos...
Además, éste no es el primer estudio en el que se utiliza el pez cebra para destacar el potencial de los psicodélicos en el ámbito medicinal. En 2022, investigadores de Universidad MacEwan estudiaron los efectos de administrar microdosis de LSD a peces cebra. A partir de sus observaciones, pudieron deducir que el LSD no tenía potencial adictivo para los peces ni, por tanto, para los seres humanos.
"En nuestro primer estudio, microdosificamos repetidamente nuestros peces cebra con LSD. Utilizando pruebas de neurociencia del comportamiento para cuantificar la locomoción, la audacia y el comportamiento similar a la ansiedad, no observamos ningún impacto en el comportamiento tras 10 días de dosis repetidas..."
"Al igual que con los terpenos, esto puede sugerir una falta de síntomas de abstinencia o potencial adictivo, lo que es alentador para la viabilidad clínica para su uso en humanos". (extracto de The Conversation)
Para comparar, a los peces se les dio etanol o nicotina hizo mostraban un aumento del comportamiento ansioso y una disminución de la audacia. Básicamente, experimentaban síndrome de abstinencia. Esto no ocurrió con los peces a los que se administró el psicodélico.
Cada nuevo estudio reivindica el potencial de los psicodélicos
Ahí lo tienen. Con la ayuda de algunos camaradas acuáticos, podemos reivindicar aún más las afirmaciones terapéuticas de los psicodélicos. Sólo con estos dos estudios podemos ver las cualidades estimulantes y de apertura mental, los efectos calmantes y ansiolíticos, así como la ausencia de potencial adictivo.. ¡Más investigación!